sábado, 13 de noviembre de 2010

ADIOS AL MAESTRO BERLANGA

Luis García Berlanga ha fallecido sobre las siete de la mañana en su domicilio de Madrid a los 89 años de edad, Berlanga, uno de los grandes mitos del cine español por el trío de obras maestras formado por ¡Bienvenido, Mr. Marshall! (1952), Plácido (1961) y El verdugo" (1963), nació en Valencia el 12 de junio de 1921 en el seno de una familia burguesa y era nieto de un gobernador de su ciudad e hijo y nieto de políticos de la República, luchó primero en el bando antifranquista y, perdida la contienda, se alistó nada menos que en la División Azul. «Apenas estuve un año y hubo varias causas», «La principal es que a mi padre le amenazaba una pena de muerte y que aquello podía ayudar a una sentencia más benévola. Otra era cierto espíritu de aventura que, a la vez, suponía escapar de una posible depuración por haber estado con los republicanos.

Cuando España sólo se preocupaba de sobreponerse a una guerra insuperable, Luis García Berlanga (Valencia, 1921) echó mano de la osadía de sus 31 años —la misma que ha demostrado el resto de su vida— y convirtió una película para lucimiento de una folclórica, Lolita Sevilla, en la sátira de un país desgarrado. Una nación que esperaba la ayuda del Tío Sam y que se quedaba, como muchas otras veces, con un palmo de narices. ¿Amargura? Sólo realidad sin aspavientos.

García Berlanga ha fallecido "de mayor" y "tranquilamente". El cineasta y académico García Berlanga fue Premio Príncipe de Asturias en 1986, estaba retirado desde el año 2000 y su última aparición pública fue el pasado mes de mayo para inaugurar la sala de cien madrileña que lleva su nombre.

Berlanga, que recibió el Premio Nacional de Cinematografía (1981) y la Medalla de Oro de Bellas Artes (1983), representó a España en los Óscar en más de una ocasión, como ocurrió a principios de los años 80 con "Patrimonio nacional".

Ha dirigido también cintas como La vaquilla (1985), Moros y cristianos (1987) y Todos a la cárcel (1993). Su última película fue París-Tumbuctú (1999).

Retirado del cine en sus últimos años —«despantallizado», era su definición—, el realizador deja a la posteridad un legado secreto que sólo podrá desvelarse en 2021, cuando se cumplan 100 años de su nacimiento. Está depositado en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes. ¿El contenido? Seguro que guardará una sorpresa.