jueves, 23 de diciembre de 2010

NIÑOS ROBADOS

Ya era hora de que se pusiera “pies en polvorosa” y que de una vez por todas se empezaran a mover documentos en los juzgados de España. Ya era hora de que algún estamento se tomara en serio los supuesto robos de hijos de republicanas organizado por la dictadura después de años de ver archivadas sus denuncias, los afectados por presunto robo y tráfico de bebés en hospitales españoles entre los años 60 hasta los 90 están viendo como la justicia al fin mueve ficha desde que el Juez Garzón denunciara esto hechos en 2006 y en cuyo auto se hablaba de 30.000 niños arrancados de sus madres.

En estos días no paran de ponerse denuncias de familiares afectados en los juzgados, sobre todo en ciudades como Cádiz y Málaga, que se unen a otras tantas que ya se han admitido a trámite por presunto robo de bebés en los hospitales del reto de España. La Policía Judicial, a instancias de la Fiscalía, ha empezado a investigar una veintena de casos de mujeres que dieron a luz en los hospitales como el de LA LÍNEA DE LA CONCEPCIÓN entre los años 60 y 80, los cuerpos de los bebés jamás han aparecido. En los hospitales les decían que los bebés habían muerto, pero nunca se los enseñaban o lo hacían muy rápidamente y envueltos en mantas o mortajas. En los cementerios no constan entierros o las fechas son contradictorias. Igual que los informes clínicos.

El fiscal jefe ha decidido actuar de oficio ante la avalancha de casos que han salido estos últimos meses en los medios de comunicación. También en Madrid acaban de derivar a la AUDIENCIA NACIONAL una denuncia conjunta con 55 casos de presunto robo de bebés en diferentes hospitales españoles. A todo ello hay que añadir que se está preparando una gran demanda conjunta desde una asociación capitaneada por dos “niños robados”. El 27 de enero de 2011 ANADIR la presentará a la Fiscalía General del Estado. De momento ya tienen 130 y el número de demandantes crece día a día.

El Ministerio Público se enfrenta a una creciente oleada de denuncias de familias que, tres y cuatro décadas después, han decidido llevar a los juzgados la desaparición de sus hijos o hermanos, a los que los hospitales donde nacieron dieron por muertos. Es una investigación difícil. Algunos de los centros denunciados ya no existen y muchos de los profesionales denunciables han muerto. Todo depende de cómo se analice el caso. Si fue una acción para tapar una negligencia médica, habría prescrito. Si la intención fue la de cambiar a un niño de familia, no lo estaría según jurisprudencia del Supremo.