martes, 29 de septiembre de 2009

TRADICIONES

Junto a la luz, el paisaje, y el ambiente, hay un cuarto elemento que forma y moldea a las persona; la tradición. Esta doctrina y costumbre conservada a lo largo de los tiempos y heredada por transmisión de padres a hijos, es esencial porque al configurarlo, le entrega una herencia decantada durante generaciones y en su conservación, es más en su depurada y acrecentada transmisión, puede estar mucho de su gloria o de su fracaso.

La tradición no es una masa inerte que se recibe en las manos, para entregarla igual a los que nos sucedan. En la tradición se cumple la ley de que las cosas crezcan permaneciendo en si mismas, porque las esencias son permanentes e inmutables y el secreto de su evolución adecuada, es el de descubrir en cada época un nuevo aspecto.

Convine tener claros los conceptos, porque la tradición es fundamental para una vida en orden y equilibrada y de su claro concepto y diáfana noción, están dependiendo de que sean símbolo de prosperidad o monumentos fosilizados dignos de una exposición en un museo, han pasado siglos y siglos y en la mayoría de ellos, han labrado ese depósito transmitido de generación en generación, haciendo llegar hasta nosotros, no ya un tesoro incalculable de riqueza y expresión plástica, sino algo más rico y al mismo tiempo perdurable, un estilo, un modo de ser y de comprender que la hacen personal y distinta. Y fiel al buen concepto, en cada época, hemos de descubrirle un nuevo aspecto que, depurándola, la enriquezca y acreciente.

Por eso me manifiesto como un defensor de las tradiciones más arraigadas, de aquellas que aun pareciendo pretéritas y desfasadas aun conservan la esencia viva de lo que fuimos, somos y seremos. Y estoy completamente seguro que sirve también para cimentar la cohesión social, algo que en estos tiempos nos viene tan bien.

domingo, 20 de septiembre de 2009

MAGDALENA DE LA CALLE

Hace unos días, llegó a mis manos un periódico donde en letras mayúsculas y negritas, para destacados decía, “El Gobierno ha asegurado hoy que su prioridad no es legalizar o abolir la prostitución sino acabar con las mafias que explotan a las mujeres, dignidad para el oficio mas antiguo del mundo”, pues bien, intenté leer el artículo presionado por el tortuoso ruido que hacía la máquina de café de la cafetería y el estruendo bullicio que provocaban los clientes. Poco a poco y mientras me sumergía en un mar de letras casi sin sentidos, la tinta negra y rugosa de las mal blanqueadas páginas se volvieron púrpuras de recuerdos y nostalgia.

No a mas de un mes, estando en el hospital visitando a un amigo convaleciente por una dolencia lumbar, coincidí en el pasillo con una mujer que me pidió agradablemente que le sujetara la barra rodante que aguantaba el suero que tenía conectado a la vena, ese líquido insignificante y transparente que gota a gota inyecta vida a miles de pacientes cada día, una gota de esperanza para un cuerpo que casi no se aguantaba erguido, pero que aun conservaba la esencia vigorosa de una pasada pubescencia, bastaron unos escasos minutos para que esa mujer me contara en pocas secuencias fotográficas la historia de su vida. Magdalena de la calle, se hacia llamar, mujer de la vida, obligada a ejercer la prostitución desde muy temprana edad, maltratada por “chuscos” despiadados, y abandonada y apartada por crueles compañeras de oficio, el sida se instaló en su castigado cuerpo a los cincuenta y siete años y atrincherada en la fortaleza de la que aun presumía, intentaba batallar en una guerra que técnicamente ya tenía perdida.

De sus torpes, temblorosas y sufridas palabras, a la vez que una gota de lágrima resbalaba por su mejilla como si se hubiese escapado del bote de suero, se desprendió levemente un nombre, Miguel, su hijo, del que no sabía nada desde hacía más de diez años, las circunstancias de la vida lo habían querido así, un niño que tuvo que abandonar a muy temprana edad en la puerta de un hospicio porque no tenía recursos para alimentar ni cuidar dignamente. Una historia que me hizo tragar saliva, haciendo que la nuez de mi garganta en un movimiento ascendente y descendente delatara la triste situación que estaba viviendo. Me preguntó si yo conocía a su hijo, que si lo había visto por el hospital, yo le dije que no, que había llegado hacía unos minutos de visita y que no me había dado tiempo de nada.

Pues mira chiquillo, si le ves por aquí y me esta buscando, dile que estoy en la habitación trescientos nueve, que le estoy esperando, que antes de que el blanco antifaz de la muerte me cubra de la pureza de la que carezco quiero decirle lo que le quiero, le he querido y lo querré siempre, no tengo nada que ofrecerle, pero si quiero que sepa que aun puedo regalarle los últimos suspiros, besos y abrazos que de mi torpeza pueda resucitar. Mira hijo, continuo, para don Quijote de la Mancha, ese idalgo caballero español, las prostitutas resultan ser en su mente, bellas damas y el propietario de la venta un gran noble que le dará cobijo, y yo quiero, aunque a la inversa de la cordura, que mi hijo crea que su madre fue una buena mujer, honrada, elegante y educada y que su padre fue un buen hombre de bien, trabajador y comprensivo, que las sin razón de la vida quiso que nuestras vidas estuviesen separadas y que no hubo un solo día ni una sola noche no que no me acordara de él, solo quiero volver abrazarlo, tenerlo entre mis brazos y sentir el calor y el olor de su cuerpo del que nunca pude disfrutar.

No pude aguantar más y preso de la voluntad de consolar a esa pobre mujer, dulcemente quité de su cara el pelo que cubría parte de ella, gracias hijo fueron sus palabras, de nada señora, si veo a su hijo no dude que le daré su misiva, le diré donde está y estoy seguro que vendrá lo antes posible. Que dios te lo pague joven, fueron sus palabras de despedida mientras a paso lento, muy flemático fue desapareciendo entre las frías sombras del pasillo, no miró para atrás, yo no dejé de mirarla hasta que desapareció, mientras una lágrima resbaló por mi mejilla como la que hacía unos minutos lo hizo por la mejilla de aquella mujer..... eran iguales.

No poseía otro testamento, no dejaba riquezas ni propiedades en el mundo, apenas unas palabras que para él, en aquel momento, significaba tal vez la dignidad de su madre, eso que no se deja comprar ni se deja de vender, y que es para el ser humano el grado supremo.

martes, 8 de septiembre de 2009

AMISTAD

¿Cuando empezamos nuestra amistad, en qué momento de nuestras vidas coincidimos en el lugar y el momento oportuno y empezamos a ser amigos?... no lo recuerdo...

No te parece divertido que con tu pareja siempre estas pendiente de llevar la cuenta, recordar el día y el momento exacto en que os conocisteis, cuando empezasteis la relación, a que hora, en donde... con tu pareja celebras aniversarios... y con los amigos es algo que realmente sobra, no importa el momento exacto, la hora, el día en que los conoces, solo importa que a través de esos años, meses y días vas construyendo momentos inolvidables.

Con el presente vas construyendo las anécdotas del ayer, recuerdas tal o cual fecha por haber ocurrido algo importante, pero no tienes la presión de recordar que en un día exacto fue cuando empezaste a ser amigo de alguien, es mas, tal vez al principio te caía mal, o no pensaste que algún día podrías llevarte bien con él, con la persona que hoy es tu gran amigo. Estuve pensando en todo ello, y bueno, no importa si los conozco de hace treinta y cinco, veinte, cinco anos o unos cuantos meses... lo importante es que en algún momento del tiempo se dio el milagro de la amistad, que a través de ese mismo tiempo se ha ido construyendo la confianza, el respeto, la tolerancia, el cariño mutuo.

¡Cuantos años cuesta el construirlos y que pronto se pueden perder! Esta frase tan genérica podemos aplicarla a la amistad, y es verdad, cuanto cuesta construir una buena amistad, crear un ambiente de confianza y cariño, cuantos momentos vividos y de pronto, como un castillo de naipes se derrumba ante la impasible mirada del tiempo.

Muchas personas entran y salen de nuestras vidas; ¡pero solo verdaderos amigos dejaran huellas en nuestro corazón! Para manejarte a ti mismo, usa la cabeza; para manejarte con los demás... ¡usa tu corazón!, siguiendo las directrices de este dicho podemos alcanzar la amistad plena, aquella que siendo pura y desinteresada perdura para toda la vida.

"El enojo es solo una carta de peligro. Si alguien te traiciona una vez, es SU falta; si te traiciona dos veces, es TU falta. Las grandes mentes discuten las ideas; mentes promedio discuten los eventos; mentes pequeñas discuten a las personas. El que pierde dinero, pierde mucho; el que pierde a un amigo, pierde mucho más; el que pierde la fe, lo pierde todo. Estas son algunas citas sobre la amistad y los ideales de la vida, entrañan un gran mensaje y sobre todo fueron escritas por personas que seguramente tienen más canas que yo. ¡Aprendamos de los errores de los demás, pero sobre todo de los nuestros!

El ayer es historia, el mañana es misterio, el hoy es un regalo, que llamamos presente. Vivamos el presente como si fuera el mañana, un mañana lleno de historia que nos conducirá a un buen futuro.

¡Gracias amigo¡.