
Pero hoy ETA no es la protagonista. El protagonista es el Estado de Derecho. Porque el Estado de Derecho ha ganado. Ha ganado la democracia, y han ganado las instituciones. Por eso, hoy es el momento de felicitar por su eficacia y su compromiso a la Policía Nacional y a la Guardia Civil, a los Servicios de Inteligencia, a todos los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad de este país. Por cumplir con su deber, asumiendo en muchos casos enormes sacrificios. Es la hora de agradecer el trabajo a jueces y a fiscales; a todos los países, y muy especialmente a Francia, a su presidente, Nicolas Sarkozy, que han cooperado con nosotros en esta lucha contra el terrorismo. Es el momento de felicitar a la sociedad vasca, y al conjunto de la sociedad española. Es el momento de felicitarnos todos los demócratas.
Y siempre, pero hoy más que nunca, debemos tener presente a las víctimas de tantos años de violencia terrorista. Las víctimas son los depositarios fundamentales de la memoria de estos años, y también los garantes de que nadie vaya en el futuro a reescribir la historia, a ofrecer un relato diferente de lo que en realidad ha sido. Ellos más que nadie pensarán lo que hoy yo no me quito de la cabeza: ojalá que este día hubiera llegado antes.
Pero hoy, y esto es lo que quiero decir al final de esta intervención, hoy es un día para celebrar la gran victoria de la democracia.