lunes, 19 de julio de 2010

ESPAÑA SE VISTE DE ROJO, TODOS QUIEREN SER PARIENTES DE LA ROJA Y EL ROJO

Os contaré una breve historia que un día llegó a mis oídos, “en el año cero antes de Cristo, el entonces Rey de España tuvo gemelos. Tener gemelos era considerado un infortunio entre los reyes, pues no podían distinguir quién era el heredero al trono. Los hijos fueron llamados Fascista Xavier y Rogelio Antonio, este ultimo también conocido como Santiago Carrillo.

Desde pequeños, ambos se llevaban fatal. Fascista Xavier solía dar hostias con la palma abierta a su hermano, mientras que Rogelio respondía con sopapos con el puño cerrado. Pronto los problemas perturbaron la vida familiar, dado que a Rogelio le dio por quemar la capilla de palacio, mientras Fascista atacaba a los habitantes de palacio que veía de color más moreno de piel.

Al final, la cuestión sucesoria se resolvió dividiendo el país en dos, dando origen a las dos Españas. Desde entonces, ambas Españas han estado luchando para imponerse una a la otra. Los seguidores de Fascista Xavier fueron llamados fachas y los de Rogelio, rojos.

En distintos momentos de la historia, los fachas y los rojos han conseguido reunificar España bajo su poder, ya sea en el Imperio de las Dos Españas, o en la Unión de Españas Socialistas Soviéticas. Y mientras los Super Fachas y Super Rojos almuerzan con buen vino debatiendo como se reparten España, tú no te olvides de pagar tu hipoteca”.

En diciembre de 1895 nace en Madrid, Dolores “La Pasionaria”, la roja por excelencia, odiada por muchos y glorificada por otros tantos, asumió la doctrina marxista como una herramienta ideológica idónea para luchar a favor de la "liberación de la clase obrera". Por todo ello fue encarcelada durante la dictadura y vivió en el exilio una vez terminada la guerra civil, tras la muerte Franco y el final de la dictadura militar, volvió a España y fue elegida diputada por Asturias en las primeras elecciones democráticas.

Desde entonces el calificativo rojo, roja se ha visto ligado estrictamente a una forma de pensar, a unos ideales políticos o relativos a un bando de la guerra civil. Pero hoy, al fin todas las páginas del libro de la intolerancia y los remordimientos se han fundidos en una sola frase, “TODOS CON LA ROJA”, como aliento y empuje a una selección de jóvenes que luchando por intereses comunes han conseguido lo más grande, ser campeones del mundo de futbol. Un deporte en el que se refleja la unión, el empeño, el compañerismo, la pasión y sobre todo el patriotismo, ha servido para que una España dividida en colores por nuestros antecesores, hoy quiera vestir un solo color, y al grito de “ soy de la roja” comenzar una nueva era donde los colores no sean distintivos políticos, sino parte de nuestros sentimientos y motivos de gloria. Quedará muy atrás el mal llamado por algunos "sábado rojo", para vivir en el presente del "domingo de la roja" que todos ganamos a golpe de balón.

Nunca olvidaremos el domingo en que salimos a la calle ataviados con prendas de color rojo, como harían durante décadas aquel hombre bajito y esa enérgica mujer de pelo negro cada vez que se manifestaban públicamente. Salimos a la calle envueltos en un color que años atrás y no hace mucho identificaban una forma política de pensar, sin darnos cuenta que lo único que estábamos haciendo es salir a la calle mostrando el color de nuestros corazones, el color de la sangre que corre por nuestras venas. Y sobre todo el color de nuestra bandera que ondeaba en lo más alto de un País tan lejano y a la vez cerca como el sudafricano. Ya somos mayorcitos, no somos marionetas en manos de mentes ancladas en un pasado hostil, por eso ahora más que nunca, yo también quiero ser pariente del "rojo" y de la "roja".