jueves, 8 de julio de 2010

HASTA LUEGO JOSE SARAMAGO, ADIOS COMPAÑERO

-"Un libro es casi un objeto. Porque si es verdad que es algo voluminoso, que se puede tocar, abrir, cerrar, colocar en un estante, mirar e incluso oler (¿quién no ha aspirado alguna vez el aroma de la tinta y el papel ya fundidos en una página?) también es verdad que un libro es más que eso, porque dentro lleva, nada más y nada menos, la persona que es el autor. De ahí que sea necesario tener mucho cuidado con los libros, enfrentarse a ellos dispuestos a dialogar, a entender y a tratar de contarles lo que nosotros mismos somos. Los buenos libros, que es de lo que aquí se trata, están hechos con la honestidad y el trabajo de autor, luego hay que tratarlos también con honestidad y sin regatear esfuerzos". Quiero empezar este ínfimo homenaje con una de las frases que más me han llegado de Saramago, en ella se engloban de las más sutiles de las maneras, el sentir y el conocer la escritura.

Murió el escritor que mejor representó el espíritu ibérico, dejando un inmenso legado que debe convertirse en una herramienta muy útil para la reflexión en los tiempos actuales. En palabras del propio Saramago, su obra - "podría tener relevancia si los políticos se interesaran por la literatura. Si hay algo sobre lo que reflexionar es sobre la capacidad que tenemos, o que no tenemos finalmente, de inventar un modo de relación humana donde el imperador sea el respeto humano y el respeto al otro". No a menos la política fue una de las armas convertidas en pluma que el escritor utilizó para inculcarnos una forma de vida, una razón de ser y sobre todo una convivencia más justa y justiciera.

Afiliado al Partido Comunista, con grandes ideales sociopolíticos derramó mucha tinta para intentar en cierto modo, convertir una sociedad fascista en una sociedad sostenible sin ser sostenida, obras como "Crónicas Políticas", o "Alzado del Suelo" son un amplio reflejo de sus ideales políticos. El análisis del individuo, tan característica de Saramago se encuadran sus obras más representativas, que forman una trilogía: "Ensayo sobre la Ceguera", "Todos los Hombres" y "Ensayo sobre la Lucidez" y otras muchas como "La Caverna" o "El Hombre Duplicado".

Galardonado por la crítica literaria portuguesa e internacional con numerosos premios y reconocimientos, se convirtió en el primer premio Nobel de su país Portugal. Sus últimos veinte años los ha dedicados a la producción de obras de índole diversa: cuadernos, obras teatrales, novela histórica y de viajes y por supuesto ensayos de crítica política, además de la publicación de numerosos artículos en Internet.
Me gustaría concluir con otras de sus frases con la José Saramago firma la última entrada en su blog, y dice así: -"Creo que en la sociedad actual nos falta filosofía. Filosofía como espacio, lugar, método de reflexión, que puede no tener un objetivo concreto, como la ciencia, que avanza para satisfacer objetivos. Nos falta reflexión, pensar, necesitamos el trabajo de pensar, y me parece que sin ideas no vamos a ninguna parte".

Autodesterrado en la Isla de Lanzarote, pasó los últimos días de su vida, nos deja un legado, político, humano, solidario, cercano a los que aun quedamos lejos de su persona pero tan cercano en cada uno de sus libros. Nos deja un maestro, un compañero y sobre todo un amigo, pero nos queda su mejor regalo, cada una de las páginas marcadas con tinta indeleble por la tinta de su filosofía.